No todo es Social Media en la vida

luisjmacho, social media

Tengo más de 200 amigos, aún así estoy solo. Hablo con todos ellos cada día, sin embargo ninguno me conoce realmente.

El problema, actualmente, está en mirar a los ojos o mirar un nombre en una pantalla, porque al volver a mirar a mi alrededor me doy cuenta de que este medio al que llamamos "social" no es nada, excepto cuando encendemos nuestros ordenadores, móviles o tabletas y con ello cerramos nuestras puertas.

Toda esta tecnología que tenemos a nuestro alrededor es una simple ilusión y aún cuando dejas este dispositivo de ilusión, te despiertas para ver un mundo de confusión. Un mundo en que somos esclavos de la tecnología que dominamos, donde la información es vendida por algún rico y codioso personaje. Un mundo de interés propio, de imagen propia, de promoción propia donde compartimos las mejores partes, pero dejamos a un lado la emoción.

Somos felices cuando compartimos una experiencia... Pero, ¿es lo mismo si nadie está ahí?

Publicamos y exageramos, implorando atención, pero pretendemos no notar la aislación social. Ponemos las palabras en orden hasta que nuestras vidas brillen, pero no sabemos si alguien nos está escuchando.

Estar solo no es el problema, puedes enfatizar, puedes leer, pintar o hacer ejercicio porque estás siendo productivo. Estás despierto, atento y le estás dando un buen uso a tu tiempo, así que cuando estás en público y empiezas a sentirte solo, pon tus manos detrás de la cabeza y deja el teléfono a un lado. No necesitas mirar al menú o la lista de contactos, meterte en las redes sociales o cualquier otra cosa; hablemos los unos y los otros, aprendamos a coexistir.

No soporto el silencio en un tren lleno, donde nadie quiere hablar por el miedo de parecer loco. Nos estamos volviendo antisociales, y no podemos encontrar la satisfacción en mirarnos los unos a los otros y mirar los ojos de alguien.

Estamos rodeados de niños que desde que nacieron, nos han visto vivir como robots y piensan que esa es la norma. No es muy probable que seas el mejor padre del mundo si no puedes entretener a tu hijo sin usar una tablet.

Cuando era niño, jamás estaba en casa, estaba fuera con mis amigos, con las bicicletas, gastando la suela de las zapatillas y pelándome las rodillas. Ahora en muchos parques lo único que suena es el silencio, no hay niños y los columpios andan quietos; no hay combas, no hay juegos ni carreras.

Somos una generación de teléfonos inteligentes y "gente"...

Así que alza tu cabeza y apaga la pantalla, mira a tus alrededores. 

Una conexión real es lo que necesitas para que veas la diferencia que puede hacer "estar ahí"...

Estar ahí en el momento en el que ella te da esa mirada que recordarás para siempre, porque ahí es cuando te enamoraste. La primera vez que le tomaste la mano, el primer beso, la primera discusión, pero que amaste totalmente. La vez que no tuviste que contarle a la gente lo que habías hecho porque querías compartir eso, solo con esa persona. La vez que tuviste que vender tu ordenador, tu móvil o lo que fuera, para comprarle un anillo, el anillo, para la chica de tus sueños que ahora es tu realidad.

El momento en que quisiste iniciar una familia y en el momento en que tomaste por primera vez a tu pequeñ@ y te volviste a enamorar nuevamente.... La vez en que tuviste que secarte las lágrimas, cuando tu niñ@ se fue de casa. El momento en el que el/ella vuelve a casa con un niño que puedes sostener a pesar de las manos cansadas ya por la edad y el momento que te diga abuelo, y te haga sentir realmente viejo. El momento en que revisas todo lo que has hecho, solo por darle atención a la vida y lo contento que estás por no haber desperdiciado ni un segundo de tu tiempo. El momento en que tomarás la mano de tu mujer sentado al lado de su cama diciéndole que le amas y besando su cabeza... ella te susurrará suavemente cuando su corazón de su último latido que ella tuvo la suerte de ser detenida por ese chico perdido en la calle.
Pero nada de esto has tenido, puesto que al estar tan ocupado mirando hacia abajo, no ves las oportunidades que pierdes.

Así que levanta tu cabeza, alza la vista y apaga la pantalla. Tenemos una existencia finita, un número de días contados, no malgaste tu tiempo en la red ya que cuando llegue el final, no hay nada como el arrepentimiento.

Yo también soy culpable de ser parte de esta máquina, este mundo en que somos escuchados pero no vistos, en el que escribimos mientras hablamos y leemos cuando chateamos. Un mundo en que pasamos horas juntos pero sin hacer contacto visual.

No te entregues a una vida en que sigas el camino de la masa, dale a la gente tu amor, no le des un "Me gusta". Desconéctate de la necesidad de ser escuchado y definido, sal a conocer el mundo, deja las distracciones atrás.

Levanta tu cabeza, alza la vista y apaga la pantalla. Deja de leer este post y vive la vida real.



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